martes, 28 de junio de 2011

TORNEO SOCIAL XERACO JUNIO 2011

TORNEO SOCIAL XERACO MAYO-JUNIO 2011

 

E. Vila

 

Más ajedrez en la Safor. En esta ocasión acudí con presteza a la vecina Xeraco para presenciar y disfrutar del Torneo Social disputado mayoritariamente por jugadores locales y de Gandía.

 

Lúcido y primero de la clase, a Juan Sendra, tan orgulloso como yo, que ya es decir, no le gusta perder. La cuarta, liquidado el grueso de las tropas, con una torre cada bando y dos peones de desventaja, no podía ganarla y la empató. ¿Los finales de torres no se ganan?. Vi su ilusión y la hice mía. Simplemente es demasiado pronto para que explote. Lo primero que debería hacer es estudiar cada uno de sus movimientos para ver dónde ha fallado, y entonces habrá dado un paso importante en el inicio de la mejora de su juego. Y sobre todo no olvidar nunca la doble dimensión, ver las jugadas que vería su oponente para su ejército. Lo que desde luego no ha de tener son prisas. Siempre son malas consejeras, más si cabe en nuestro deporte en lo tocante a lentas (las rápidas son otro cantar… ¡para quien le gusten!). Su padre, muy pendiente de su evolución, estuvo en la sombra para no desconcentrarle. Es muy sensible a la presión. Destacaría de él su potencial oculto y su apasionamiento. El precio de amar tanto la vida. O el premio. Así que, como en eso también somos tan parecidos, la serenidad es fundamental para abstraerse de todo lo superfluo y concentrarse. Yo elegí la meditación. Él habrá de encontrar el camino por sí mismo, que también será el de su recuperación. Peón pasado y alfil forman un temible equipo. Bien lo sabe A. Bañuls, quien con la ayuda de otros dos peones avanzados sólo tuvo que efectuar las jugadas naturales para imponerse. Este campeonato le ha venido pintiparado para rodarse y mantener el nivel exhibido en el Provincial por equipos, ya que se deja ver poco por el club y no ejercitar un órgano, en este caso el cerebro, claro está lo termina debilitando, atrofiando. Hay que dejar que actúen las "pequeñas células grises", parafraseando a Agatha Christie en su Poirot.

 

Quizá Ramón y Cajal, notable jugador, anduviera desencaminado y nuestro  ejercicio mental preferido, saco sin fondo, sí desarrolle varias inteligencias. Quizás. Varios empates en la penúltima y quinta ronda. Lumínico éter. Luminosas ideas. Beberse a tragos convulsos la vida y después dejarse llevar por los años como por la corriente de un río. La partida A. Miñana (se ha dejado bigote y perilla) - E. Castillo, los dos coronaron, fue la más destacable de la jornada y una de las mejores del torneo, si no la mejor. Y digo esto porque ambos jugaron a ganar, por lo que ninguno merecía  perder. Muchas eran las alternativas pero al negro se le pasó por alto una intermedia de alfil que a buen seguro le hubiera asegurado el empate y quién sabe si algo más. Miguelito Bas en trance de beber agua, logra tablas en un final de peones perdible. Bañuls cayó con alfiles de diferente color y peón de menos en una posición difícil, pero jugable.

 

Veinticinco de junio. Batalla final. Ausente el memorioso, precoz y bondadoso Javier Alcaraz, como ausentes Rufino y Bartolomé. Al fin se alzó con un triunfo Sergio Sanmateu Juan, asesor fiscal, jugador de club entrañable y compañero de domingos de ajedrez en Porto Novo. Andrés Bañuls llegó a un final equilibrado en cuanto a material contra Miguelito Bas, mas es evidente que aquel rey tan relegado del centro de operaciones debía de decidir la lucha a favor de quien supo acercarlo antes a los peones contrarios. En la mesa 2 y una vez conclusa la partida de la 1, que había de dar el título a José Joaquín Bas Mas, de sólo 15 años, los locales David Moreno Torralba y Antonio Miñana Menor empezaron a hablar y bromear sobre su encuentro (fue el mejor de la última ronda, así que con razón podría llevarse el segundo el trofeo al jugador más combativo), talmente como si de una partida más de las muchas amistosas que han librado se tratara, olvidándose de que se jugaban el segundo puesto, del reloj apremiante y del resto de competidores que lidiaban por uno u otro objetivo. Yo participé de aquella jácara, no lo pude evitar, tan distendidos los noté. Nos reprendió y con razón el siempre escrupuloso y legalista José Bas sr., árbitro y por supuesto ajedrecista, aunque esta vez fuera un espectador más. Eternal orgullo de padre. En el momento en que la balanza se decantaba del lado del blanco, una vez realizado un correcto sacrificio de torre que llevaba a varios caminos victoriosos, Antonio vio una jugada de dama (quizá lo más práctico y directo en apuros de tiempo) y yo una de alfil (estudié en otro tablero sus consecuencias), pero qué más da, si ambas eran ganadoras. Ha dado un salto de calidad. Su estilo es limpio, agresivo, atacante, arriesgado pero con un riesgo muy bien controlado. Su oponente sorprende y destaca por su agilidad e inteligencia. Ello lo pude constatar en el análisis que llevamos a cabo en la  sala contigua junto con el campeón invicto José Joaquín. Éste y yo, sólo tímida y esporádicamente nos atrevíamos a realizar comentarios sobre jugadas y lances, tal era la velocidad con que Miñana y él calculaban variantes y valoraban posiciones. La lección que se aprende de este choque es que no hay que descentralizar sin motivo justificado un caballo colocado en su escaque natural.

 

Pódium para la posteridad:

1º : José Bas jr. (5 de 6)

2º : Antonio Miñana (4,5)

3º : Miguel Bas (4,5)


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
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1 comentario:

  1. ¡Felicidades, Eduardo!
    Como siempre, un magnífico artículo. Enhorabuena y ya estoy esperando el siguiente...

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